Contemplo absorto los informativos
locales de televisión. Todos los grupos políticos presentes en el Ayuntamiento
—y aún los no presentes— hacen recuento de la pasada Feria y Fiestas con todo
tipo de balances, sean económicos o de cualquier otro tipo, siempre que sirvan
para enjuiciar su mayor o menor éxito respecto a las realizadas por la anterior
corporación. Y para colmo y apoteosis final, como culmen del análisis, todos se
vienen a fijar, ahondando con muy escrupulosa atención, en la participación ciudadana
que aconteció en la «noche de las gachas» ya que al parecer este debe ser el
indicador sine qua non del éxito o
fracaso de la organización.
Casi al unísono, apenas unos
minutos después, los informativos nacionales nos inundan con las imágenes de
miles de desesperados detenidos tras alambradas de espinos y cuchillas, de
niños famélicos que fallecen ahogados cuando sus padres les sacaban de su
tierra y sus hogares en busca de la esperanza de encontrar una posibilidad de
vivir, que ya hasta del adjetivo de «mejor» —vivir mejor— han tenido que
prescindir.
Y ante esta crisis humanitaria,
ante los gravísimos problemas que nos aquejan (internos y externos), ante los
muchísimos asuntos de importancia esencial que nos aplastan (paro, deficiencias
sanitarias y educativas, situaciones de emergencia social, bancos de alimentos,
dependientes…) ¿Puede explicarme alguien cómo el debate principal de nuestros
políticos en los medios locales de comunicación puede ser justificar si han
asistido más o menos cuadrillas a la convocatoria de las gachas en la ferial
edición?… Me daría risa el esperpento si no fuera porque me da asco ¡Qué nivel,
pero qué nivel de políticos!... Claro que lo que esto nos viene a decir, en
realidad, es en qué nivel sitúan éstos a los ciudadanos que se entiende, vienen
a representar.
Y esta perorata tiene a cuento el
hilo de volver a insistir en lo que decía hace unos meses en alguna otra
colaboración, en la que venía a lanzar la interrogante de qué es lo que se
puede esperar de un país en el que no se lee, en el que no se escucha, no se
reflexiona y no se participa salvo para acudir a espectáculos gregarios masivos
donde resulta posible la expresión y rienda suelta de los más bajos instintos
de ese animal ¿racional? que al parecer llevamos dentro.
Sé que me arriesgo a ser tachado de
pedante, de individualista o de cualquier otra cosa que se le ocurra a cada
cual. Y probablemente tendrán razón y seguro que aciertan de verlo así. Pese a
todo, y en un intento de evitar equívocos, debo decir que no me opongo ni me
molestan los espectáculos y fiestas de masas, sean feriales, taurinas o de
advocación. Otra cosa es que participe en ellas o no. En cualquier caso, cada
uno elige aquello que le gusta hacer y donde quiere estar o participar.
Lo que me irrita, lo que me subleva
sobremanera, es que este sea el único país de la Unión Europea donde se lleva a
gala difundir, a reiterar una y otra vez, que un porcentaje muy elevado de la
población jamás lee un libro; es decir, que para una gran mayoría de los
ciudadanos de este país, leer sea algo superfluo. Lo que ciertamente quiere
decir que existe una incapacidad real de leer, que para muchos la lectura se ha
convertido en una tarea altamente dificultosa, si no imposible, y todo ello pese
a contar con el mayor porcentaje de alfabetizados de toda nuestra historia. Me
refiero, claro está, a leer un texto complejo, que requiera cierto uso de la
memoria, del análisis y la comprensión.
Así, pues, lo que tenemos son
pseudo lectores, cuando no elementos alfabetizados incapaces de leer. Lo que nos
conduce, inexorablemente, a la imposibilidad real de hacernos preguntas, de ser críticos, de interrogarnos
sobre el presente del panorama político y social y del futuro al que éste parece
abocarnos con fatalidad. Por eso denigro, rechazo y me asquea ver a nuestros
políticos hablando de «las gachas» como si este fuera el único tema preocupante
y el más esencial ¡Así nos va!
Mariano Velasco Lizcano
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar...