La Mancha Húmeda: de cenagal a Reserva de la Biosfera. |
El día 17 de febrero de 1981, el director general de la UNESCO ratificó en París la decisión de declarar los humedales manchegos como reserva de la biosfera bajo la denominación de «Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda». Se trataba de una superficie de unas veinticinco mil hectáreas de zonas inundables; encharcadas de forma permanente en algunos casos, y de forma semipermanente —en virtud de las condiciones climatológicas— en los demás; constituyendo, precisamente, esta variación hídrica su mayor peculiaridad. Pero apenas cinco años después, alrededor de veinte mil hectáreas de las originales zonas húmedas habían desaparecido o estaban en trance de desaparecer.
Ciertamente; a la altura de 1985 la situación era tan dramática que incluso el propio Comité Español del Programa MaB se planteó la posibilidad de retirar el título de Reserva de la Biosfera a la Mancha Húmeda, dado el rápido y profundo proceso de degradación que se había detectado tan sólo en los cinco primeros años después de de su declaración.
Pero no fue suficiente esta llamada de atención, y la Mancha Húmeda continuó su largo periplo de abandono y dejación durante un dilatado lapso de más de veinte años. Y sin duda así habría continuado de no ser porque en noviembre de 2007 las principales ONG conservacionistas de España solicitaron su desclasificación.
Como consecuencia de esta petición, el Secretario General del Programa MaB de la UNESCO instó al Comité Español a evaluar la situación. Cuestión que se encargó al Consejo Científico del Comité MaB nacional.
El posterior informe de dicho Consejo concluyó en que la reserva de la biosfera de la Mancha Húmeda se encontraba en una situación de clara degradación de los valores naturales que habían llevado a su declaración, y que en consecuencia encontraban razones suficientes como para desclasificar la reserva. Sin embargo, y dando un margen de confianza a la reciente puesta en marcha del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), recomendaban aplicar una posible moratoria a la desclasificación concediendo un periodo de tiempo determinado, si bien condicionado al cumplimiento de una serie de objetivos a realizar. Entre ellos el relativo a la obligación de delimitar, cartografiar y zonificar la reserva; y establecer además un sistema de gestión. Se otorgaba, para cumplir el primer objetivo, un plazo de un año (hasta 2009); y de dos años (hasta 2010) para la segunda cuestión.
La Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, en un intento de realizar los objetivos, presentó dentro de plazo una primera Propuesta de modificación de la reserva de la biosfera de la Mancha Húmeda. Propuesta que suscitó un informe negativo por parte del Consejo Científico del Comité MaB español, justificando sus conclusiones en el hecho de que la difícil situación de las zonas más emblemáticas de la reserva (Tablas de Daimiel, Lagunas de Ruidera) se debía a la sobreexplotación de los acuíferos manchegos; por tanto los municipios cuyas extracciones de aguas subterráneas afectaban a los recursos de los mismos tendrían que formar parte de la zona de transición de la reserva a fin de asegurar la adecuada gestión. Algo que no se reflejaba en la propuesta presentada.
Desde aquel primer informe negativo se sucedieron diversas propuestas de delimitación de la reserva que sistemáticamente fueron siendo rechazadas por el Consejo Científico básicamente por la misma cuestión. Y así siguió manteniéndose la polémica, pese a que ello suponía incumplir los plazos máximos concedidos al Comité Mab español, hasta que en un enésimo intento la Dirección General de Montes y Espacios Naturales de CLM planteó una alternativa que, quizá por aburrimiento o hastío, fue informada positivamente por el Consejo Científico y aprobada por el Comité Español del Programa MaB en su reunión del día 24 de septiembre de 2013; esto es, cuatro años después del plazo máximo concedido, siendo aprobada por el Consejo Internacional del Programa Mab de la UNESCO en sesión celebrada en Suecia entre los días 10 y 13 de junio de 2014.
Sin embargo, y pese a la aprobación de la Propuesta de modificación de la reserva de la biosfera de la Mancha Húmeda por el Comité MaB español, y su definitiva ratificación por la UNESCO, la situación que durante años había impedido la aceptación de la misma sigue manteniéndose en la actualidad: a saber, la exclusión, en todo o en parte, de muy importantes términos municipales enormemente consumidores de aguas subterráneas para regadíos, justificándose esta postura, empero, bajo el señuelo de que la regularización de las extracciones de los acuíferos está siendo acometida por el Plan Especial del Alto Guadiana, un plan, extinto de hecho, que nunca tuvo atisbos reales de iniciación.
Así, pues, se ha cerrado en falso la delimitación territorial de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda. Algo que impedirá que ésta cumpla con rigor las funciones que le corresponden de salvaguarda y protección de los humedales manchegos. Otro «brindis al sol» en cuestiones de protección ambiental, una «pose» oficial para justificar que el Medio Ambiente en España no ha sido nunca y no es otra cosa mas que un mero adorno en el hacer político e institucional, independientemente del «color» que adorne al Gobierno en cada ocasión ¡Qué pena y qué asco da! ¡Mira que haber perdido esta última oportunidad de salvaguardar la Mancha Húmeda, un patrimonio natural casi único en el planeta!... Y luego dirán…
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