LA REACCIÓN SOCIALDEMÓCRATA

Me pregunto por qué, cuál es la razón, para que los últimos ocho años hayan sido los peores para los partidos socialdemócratas desde la Transición, sobre todo si tenemos en cuenta que con el inicio de la crisis de 2008, una crisis basada en fraudes y estafas financieras, todo parecía apuntar a unos años de florecimiento para las teorías de la izquierda. Y sin embargo nada de esto ha sido así; la izquierda no solo no ha sacado réditos de la situación, sino que está en uno de los peores momentos de su historia: parece como si la izquierda se hubiera acostumbrado a perder, y además se encontrara a gusto con ello. Sabemos que como principio la izquierda reclama el valor de la igualdad, mientras que la derecha descarga su énfasis en el principio de la libertad; libertad versus igualdad, sería la simplificación más absoluta entre los valores de la derecha y la izquierda; una especie de oxímoron de difícil separación. Que esto no resulte así, y que la separación entre izquierda y derecha siga teniendo un sentido en el momento actual, tiene que radicar en algún valor moral esencial para el conjunto de la sociedad. Y éste no puede ser otro que la diferente concepción que ambas ideologías configuran sobre el concepto de "justicia social". La socialdemocracia actual sigue encontrando su encaje en el proyecto del igualitarismo del bienestar, mientras que la derecha vuelve con énfasis sus ojos hacia el viejo principio del laissez faire como motor social. Pero el oxímoron libertad-igualdad resulta imposible con el añadido conceptual de "justicia social". Con éste considerando, la derecha y la izquierda política seguirán siendo tan antagónicas como siempre. Pero si aceptamos que entre los valores que configuran las creencias básicas del modo de vida occidental, el sentido de justicia social que encarna el Estado del Bienestar sigue teniendo mayor predicamento que el liberalismo económico y social ¿Por qué, entonces, la socialdemocracia sigue perdiendo sus confrontas electorales? La principal razón parece dimanar de la permanente tendencia de la izquierda a sufrir divisiones que únicamente confluyen en debilitarla en su ser. Algo que no superará mientras persistan ideologías "puras" a la izquierda de la socialdemocracia; ideologías que sigan entendiendo que cualquier transacción política significa una renuncia al ideal de justicia; una política maximalista que tiende a desdeñar la competencia electoral y que solo pueden permitirse los partidos más pequeños. Porque las políticas que verdaderamente mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos son resultado de la negociación y de las transacciones. Por otro lado, lo que ha conseguido en el momento actual la derecha ha sido hacer prevalecer el individualismo como valor: la sociedad sería una mera agregación de individuos cada uno de los cuales cuida de sí mismo. Lo que ha dinamitado el máximo valor de la izquierda: la comunidad socialdemócrata como principio social. Por tanto la socialdemocracia tiene como principal tarea política dos cosas, si es que su intención es volver a prevalecer: la unidad programática con los partidos situados a su izquierda ideológica, y la contra réplica al discurso del individualismo liberal, recuperando los valores y conceptos de la sociedad entendida como conjunto solidario en el que los problemas sociales (exclusión, desempleo, etc.) no se resuelven con soluciones individuales, sino a través de los sistemas fiscales. Y esto, precisamente, y a mi parecer, es lo que está intentando lograr de forma real la socialdemocracia en nuestro país. Por mucho que le pese a la derecha. Así que, ni separatistas, ni radicales, simplemente socialdemócratas en acción y reacción contra la actuación neoliberal de la derecha. Una acción política tan legítima y patriótica como las contrarias que pueda enarbolar su contrario ¡Vamos, digo yo! 

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