A veces pienso que no hablar inglés constituye hoy en día una auténtica calamidad imposible de superar. Porque toda la realidad cotidiana recurre al susodicho idioma. Lo hacen las grandes corporaciones, empresas y marcas, que como cada vez se abren más al ámbito internacional no tienen otra que decir "Yo también hablo en inglés". Y es que hablar inglés es lo moderno; todo lo que se presenta o anuncia en inglés lleva el plus añadido del cosmopolitismo, de la garantía tecnológica y la seriedad.
Y no es que me parezca mal esta cuestión cuando dichos entes han de promocionarse en países extranjeros. Lo que no llego a comprender es el porqué de que utilicen ese idioma para sus mensajes publicitarios en territorios de habla hispana o mejor aún dentro del propio suelo español. Porque en realidad aquí casi nadie los entiende, aunque demostrado está que eso es lo de menos. El inglés ayuda a que el producto se presente como algo superior, deseable, difícil de conseguir, y que ya goza de prestigio en el exterior ¡Por eso mismo se presenta así! Y ay de ti si no dominas el idioma: porque además de paleto, inculto y patán, cómo vas a acceder a las modernas tecnologías si no sabes inglés.
Reconozco estar sufriendo estas dudas y sinsabores. Llevo semanas peleándome con Amazon para tratar de configurar mi página de autor. Pero "que si quieres". Ya puedes escribir con la mayor pulcritud el idioma de Cervantes, que allá estarán los correctores de inglés para transcribirte por ejemplo que has nacido en la ONU en vez de "en un lugar"… de la Mancha, naturalmente. Y ante ello y la impotencia de poder corregir se te queda una cara de pánfilo que no hay por donde poderla coger.
Así que no me va a quedar otra que la de volver a intentar aprender ese idioma, porque a ver si no como voy a entender que tengo que crear un "londing page" para captar "leads" y "hot releases" a fin de que mis libros tengan acceso a esos millones de hispano hablantes que habitan en territorio sajón.
En fin, lo que digo, que voy a tener que apuntarme de nuevo a otro curso rápido de inglés —y con éste creo que será la cuarta vez— aun conociendo a ciencia cierta que al final me cansaré y seguiré estando en el mismo sitio en el que estoy, esto es sin hablar ni entender ni "papa" de inglés.
Y es que uno ha de reconocer que la edad no perdona y que en definitiva es de aquellas antiguas promociones de los que estudiaban francés ¡Qué le vamos a hacer!
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