El estoicismo se manifiesta y surge de manera más evidente en los momentos de crisis. Porque el ideal del estoico es el autodominio, la constancia y la sencillez. La serenidad, para un estoico, es la virtud esencial del ser humano.
Pero no siempre los principios estoicos son interpretados de la misma manera. Es por ello que existe una corriente eminentemente práctica que considera esa filosofía más como una forma de vida que como una especulación teórica.
Esclusa de Miravetes (Ruidera) |
Y quizá uno de los más pragmáticos pensadores estoicos españoles lo fuera Baltasar Gracián; un hombre al que cuando se lee, reflexivamente, llegan a surgir muchas dudas sobre si su estoicismo es tal, o es solo pragmatismo oportunista: para sobresalir en la vida, o para medrar. Por cierto, algo que casa perfectamente con lo que interesa hoy y los valores actuales que solemos acrecentar.
Porque, veamos qué es lo que decía el teólogo filósofo sobre algunas de las cuestiones que podrían tener una conexión más directa con la actual realidad:
“La mala suerte del mediocre es no saber elegir, ni estado, ni ocupación, ni voluntad, ni amigos”.
Lo que me lleva a preguntarme si, en estas cuestiones, en realidad se puede elegir ¿Se puede elegir? Pues a pesar de lo que podamos creer, la respuesta es que sí, siempre, aún en los momentos más difíciles; en cualquier ocasión. No nos quejemos, por tanto, de la mala suerte, porque en gran medida es el resultado de nuestras elecciones.
“Descubrir tus sentimientos nunca es útil. Ni ser franco, tampoco. El silencio es el refugio de la cordura".
Recuerdo que alguien me dijo un día. “No puedes llevar tu corazón en las manos, porque bajarán a picotearlo hasta los cuervos”. Y tenía razón: nada peor que descubrir los sentimientos —debilidades, en suma— a los enemigos. ¿Y quién son los enemigos? Pues, generalmente, aquellos que se consideran como amigos.
"Es preferible que te necesiten a que te den las gracias. El agradecimiento es olvidadizo, y es un error confiar en él. Acabada la dependencia, acaba la correspondencia y la estima".
Algo que siempre he podido constatar. Mientras te necesitan, todo son elogios y halagos. Cuando acaba la dependencia, sin excepción, surge el olvido. De esas experiencias aprendí; y reaccioné en consecuencia. De este modo me sobraron la mitad de los “amigos”.
"Los malos modos todo lo corrompen, hasta la justicia y la razón. Los buenos modos todo lo doran y remedian. En todas las cosas tiene gran parte el cómo. Hablar y portarse de buen modo resuelve cualquier difícil situación".
Cuántas veces hemos cantando nuestras “verdades” con argumentos fuera de tono y malos modales; a gritos, desencajados, perdiendo todo tipo de compostura y control. Y qué hemos conseguido, aparte de quitarnos la razón ¿Acaso hemos llegado a convencer al contrario con este tipo de actitud? Pienso que no. Así que, no lo olvidemos. En todas las cosas de la vida tiene gran parte el cómo las argumentamos.
“Procura no ser vulgar en nada. Gran sabio es aquel al que no le gusta que sus cosas agraden a muchos. Al vulgo le gusta la necedad, mientras lleva a gala rechazar el consejo excelente”
Y, para corroborar este aserto, no hace falta más que comprobar qué tipos de programas son los de más éxito en televisión. Dicho esto, no hace falta comentar nada más.
Y ya terminamos hoy, porque siempre procuro mantener el equilibrio en la extensión de estos post. Pero continuaremos con Gracián y su estoicismo pragmático y peculiar, porque no tiene desperdicio ¡Verdad!
Canal del Gran Priorato de San Juan (Miravetes-Ruidera) |
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