FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA (I)

 

Hace pocos días tuve acceso a una conferencia que me impactó sobremanera, hasta el punto de tener que volver a oírla de forma inmediata con el único deseo de fijar en mi mente, con mayor claridad, las ideas y objetivos expuestos en ella.

La ponente era María Neira, una veterana y experta médico de la Organización Mundial de la Salud (OMS); y el objeto de su conferencia: los efectos que sobre la salud humana están ocasionando los grandes cambios climáticos, ambientales, y las masivas catástrofes derivadas de ellos.

Informe OMS "Impacto Medio Ambiente en la Salud"

Es cierto que llevo muchísimos años participando, de una u otra manera, en el movimiento ecologista. Que me ha preocupado y me preocupa esa especie de dirección anti natura sin retorno que ha escogido la especie humana para mantener su supuesto “progreso” con sus gravísimas secuelas de contaminación de las aguas: ríos, lagos, mares y océanos; el cambio climático y sus catastróficos efectos sobre la elevación de las temperaturas y los exponenciales procesos de desertificación; y tantas más experiencias caóticas derivadas de una mala gestión ecológica, cuando no de un auténtico desprecio institucional y ciudadano por la cuestión.

Pese a ello, lo que nunca había valorado eran los efectos directos sobre la salud humana que están causando estas irresponsables políticas que solo saben medir con parámetros económicos, por cierto, mal hechos o ampliamente manipulados.

Sin embargo, María Neira, destacaba en su ponencia, cómo éste es un problema que hace ya años estudia la OMS. Y para trasladar sus resultados manejaba preguntas y datos al estilo socrático: ¿Por qué un virus de la especie animal, como el SARS-CoV-2, salta de pronto a la humana? Y se respondía a sí misma culpando de ello a actuaciones ecológicas como la deforestación, la contaminación de las aguas, la destrucción de la biodiversidad y de los ecosistemas, los procesos masivos de urbanización…

Pero no eran solo opiniones, sino que ilustraba con datos cada una de estas acusaciones. Por ejemplo —manifestaba María Neira—, la contaminación actual del aire viene a provocar siete millones de muertes prematuras al año. La proliferación de partículas PM 2.5, son el agente directo causante de enfermedades crónicas pulmonares y cánceres. Necesitamos diez mil litros de aire al día, y a través de ellos, todo tipo de contaminantes entran en nuestros pulmones, y desde ahí, a nuestro sistema circulatorio, alcanzando cualquier órgano y acelerando todo tipo de enfermedades ¡Deberíamos estar reaccionando como sociedad mundial! La contaminación del aire y las aguas; el cambio climático; no son solo cuestiones medioambientales, o meras poses de iluminados y ecologistas; son, primordialmente, una cuestión de salud ambiental.

María Neira me abrió los ojos, no solo en estos aspectos, sino en otros muchos sobre los que escribiremos en otros post a fin de no alargarnos demasiado y mantener un formato común. Pero una cosa sí logró: que aprehendiera en mi conciencia que todos tenemos que hacer algo, por nimio que sea; desde construir hábitos de reciclaje, hasta eliminar personalmente los consumos de plástico, y/o convertirnos en divulgadores. Sin duda, todo un reto.

Es por ello que he decidido crear un grupo en Facebook: “AEDA23; FILOFÍA Y PENSAMIENTO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA”; una aventura dirigida a facilitar la concienciación ecológica y la salud ambiental, en el cual espero lograr, poco a poco, colaboraciones de todo tipo, tanto nacionales como internacionales, de todas aquellas personas preocupadas por ésta temática: desde intelectuales y comunicadores de prestigio, hasta la más humilde de las colaboraciones, siempre, por supuesto, que estén razonablemente posicionados en esta dirección.

Animo, por ello, a unirse a éste nuevo grupo. A participar en él, a leerlo y a seguirlo. Al final, ésta será una forma de dar comienzo y participación en ese debate mundial que debería conducirnos hacia un nuevo modelo de vida basado en el equilibrio de la naturaleza y la sostenibilidad.