JUBILACIÓN: UN "ESTADO" QUE ACEPTAR - Momentos para discrepar

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sábado, 20 de abril de 2019

JUBILACIÓN: UN "ESTADO" QUE ACEPTAR

Creo que últimamente escribo sobre estas cuestiones porque ando nadando en el limbo de la cercanía de ese tránsito que llegado el momento —si antes la muerte no lo impide— todo trabajador tiene que pasar; y ese no es otro que el paso de la vida activa laboral a la situación de jubilación.
Rueda de la fortuna
Rueda de la fortuna
Y debo reconocer que me preocupa tanto, que no dejo de leer, cotejar y comentar, todo aquello que cae en mis manos relativo a este paso, que, se mire como se mire, resulta absolutamente trascendental en la vida de los seres humanos que abocan a él.
Porque son muchas las cuestiones e interrogantes que empañan el futuro: ¿se podrá sostener sin resquebrajarse el sistema de pensiones actual? ¿Se podrán mantener unas pensiones de calidad capaces de garantizar la vida digna del jubilado y de aquellos que junto a él dependan de esa pensión? En fin, preguntas en la mente de muchos que cada cual se responderá de acuerdo a sus convicciones y a lo que le interese creer.
Pero volvamos al hilo de la cuestión; y este es el caso que hace unos días, casi por casualidad, releyendo a nuestro genial Rafael Mazuecos, en Hombres, lugares y cosas de La Mancha, que me encontré con este texto apología que cuestionaba con tesón la jubilación precoz:
"La jubilación precoz es un error en sí misma, pero lo es mucho más que el hombre se la conceda de su propio motivo, ignorantemente: porque si ganó, porque si ahorró, porque si tiene o deja de tener.
Esas personas trabajadoras que han mejorado su situación y que al llegar al nivel que han considerado suficiente se han parado o dado marcha atrás; inmediatamente se inician los padecimientos que unos llaman de ricos, de personas que se escuchan, y otros de haber trabajado tanto, sin ver que mientras trabajaban nada les pasó y que fue el paro el que inició el crujir del carro y se empezó a desarmar. Si la aspiración del hombre es vivir, ha de actuar.
El cuerpo humano necesita la pelea tanto como el pan y el agua. El que se aparta de la obligación pensando equivocadamente que con ello va a disfrutar de la vida, no tardará en apreciar que lo que ha conseguido es inutilizarse para todo y adquirir las dolencias propias del mal funcionamiento de los órganos alojados en un cuerpo inactivo. El que menos hace, menos quiere y menos puede, porque la función crea al órgano y lo mantiene".
Y la verdad es que su contenido me sorprendió de tal manera que no he parado hasta pergeñar estas letras, pues si bien es cierto que su autor no especificaba qué era lo que él consideraba como jubilación precoz, si parecía asociarlo a una época de la vida que solo ofrecía por delante decadencia y dolor.. Y esta opinión, de boca de un médico de tanta experiencia como don Rafael, no era, a mi parecer, cuestión que desdeñar.
Cierto que se trata de literatura de otra época; pensamiento anclado en el pasado de una sociedad diferente. Pero pensamiento válido al fin —me decía a mí mismo—. Y quizá por eso volvía a releerlo una y otra vez ¿Tendría razón don Rafael?
Pues no lo sé, ciertamente, pero me preocupa bastante. Porque es verdad que conozco gente jubilada que presenta una plenitud extraordinaria. Pero todos ellos, sin excepción, desarrollan una multitud de actividades que en muchos casos superan el trabajo obligado que desarrollaban en su etapa anterior. El resto, en la mayoría de los casos, se limitan a autoconvencerse de que son medianamente felices en esa etapa de decadencia y vejez.
Así, pues: ¿la jubilación es un tránsito hacia un nuevo periodo de múltiples obligaciones para permitirte seguir en pie?; o es un mero vegetar en un estado de pura languidez…
Supongo que cada cual se responderá al respecto según su propia experiencia ¡Eso es verdad! Y que a todo el mundo le parecerá que su nueva vida en jubilación es lo mejor que le ha podido pasar. Pero, no sé, no sé… Yo releo a don Rafael Mazuecos y me entra un "canguis" que me echo a temblar.

1 comentario:

  1. Yo en mi principio de jubilado, hechaba de menos mi actividad, claro que podra decirseme que no es igual manejar un azadon que un ordenador. Mi conclusion es que de todas maneras, en positivo o negativo....se recuerdan los años pasados en la actividad realizada. Ahora mi trabajo se centra en la familia, donde tambien se encuentra todo tipo se satisfacciones....positivas y..negativas

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